jueves, 10 de febrero de 2011

Aniversario de la muerte de J. D. Salinger


Acaba de cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Jerome David Salinger, el 27 de enero del 2010, y aparece la traducción al español de la reciente biografía escrita por Kenneth Slawenski con el título J.D. Salinger: Una vida oculta (A Live Raised, 2010) . En 550 páginas se van desgranando los desencantos -muchos- y alegrías -pocas- de un hombre enfermizamente obsesionado por mantener su privacidad. Paradojas de la vida, la paranoia del anonimato germinó en la leyenda que ahora es Salinger, leyenda alimentada tanto por él mismo en su obstinación de reclusión como por acontecimientos ajenos, y me refiero al luctuoso destino de John Lennon a manos de un individuo obsesionado con la obra El guardián entre el centeno.

El autor, que ha marcado profundamente la literatura estadounidense del siglo XX, se hizo célebre por su debut novelístico: ‘El guardián entre el centeno’, publicado en 1951 y protagonizado por el rebelde adolescente Holden Caulfield. Desde su publicación, el periplo del joven Caulfield se convirtió en un ‘best seller’. La obra ha sido traducida a los principales idiomas y ha vendido más de 65 millones de copias.

Desde 1953, el esquivo escritor vivió totalmente recluido en la pequeña localidad de Cornish, donde raras veces lo veían y nunca respondía a las llamadas o cartas de sus lectores o admiradores. Sólo rumores, ocasionales apariciones y litigios volvían a traer a Salinger a la vida pública. No había concedido ninguna entrevista en tres décadas y, aunque seguía escribiendo, no publicaba ningún trabajo desde 1965. “Adoro escribir y le aseguro que escribo regularmente. Pero escribo para mí y quiero que me dejen completamente tranquilo mientras lo hago”, declaró en su última entrevista, concedida en 1980.

Fernando Aramburu nos traza un interesante perfil del escritor: “Dominó la tarea de forjarse un carácter desagradable. Su afán por no ser conocido contribuyó a su fama en todo el mundo. Detestaba cualquier forma de publicidad. Entonces se ocultó. Con ello no hizo sino atraer sobre su persona la curiosidad insaciable de la gente. Los episodios desproporcionados de su vida son bastante comunes entre escritores. Lo expulsaron de colegios como a Cela. La guerra ahondó su perturbación, también la de Pound. Se aisló en un pueblo, con esposa a su servicio, como Arno Schmidt. Evitó la difusión fotográfica de su rostro como Thomas Pynchon. Adoptó una filosofía religiosa contraria al cultivo del ego como Tolstoi. Se asemeja a Rulfo en su negativa a publicar después de una novela y unos cuentos. Acaso, como tantos de su condición, persiguió fines para los cuales es superflua la cordura. Nos dio El guardián en el centeno. Lo demás es anécdota”.

Por último, os recomiendo un excelente dossier sobre SALINGER, del que leeremos algunos artículos en Literatura Universal: Dossier Salinger

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