jueves, 18 de junio de 2015

Como parece que nos hemos decidido por La Peste de Camus como lectura para el verano, aquí os dejo uno de los fragmentos del comienzo para abrir boca:



"En el comedor del hotel hay una familia muy interesante. El padre es un hombre alto, delgado, vestido de negro, con cuello duro. Tiene la cabeza calva en el centro y dos tufos de pelo gris a derecha e izquierda. Ojitos redondos y duros, una nariz afilada y una boca horizontal le dan el aspecto de una lechuza bien educada. Llega siempre primero a la puerta del comedor, se aparta, deja pasar a su mujer, menuda como un ratoncito negro, y entonces entra, llevando detrás a un niño y a una niña vestidos como dos perros sabios. Llegado a la mesa, espera a que su mujer se coloque, se sienta él y los dos perritos de aguas pueden al fin posarse en sus sillas. Habla de usted a su mujer y a sus hijos, dedica corteses maldades a la primera y frases definitivas a los herederos.
-Nicole, está usted mostrándose soberanamente antipática.
Y la pequeña está a punto de llorar. Lo que él quería.
Esta mañana, el niño estaba muy excitado con la historia de las ratas. Quiso hablar de ello en la mesa.
-No se habla de ratas en la mesa, Philippe. En adelante le prohíbo a usted pronunciar esa palabra.
-Su padre tiene razón -dijo el ratoncito negro.
Los dos perritos metieron la nariz en su pastel y la lechuza dio las gracias con una inclinación de cabeza que no decía gran cosa."

 
A mí es que me encantan las animalizaciones para describir, muy clásicas y efectivas.