martes, 29 de mayo de 2012

Concurso de Trampantojos: Relatos ganadores

Se ha decidido otorgar ex aequo sendos premios de 50 euros (en un vale-cuenta para La Lonja) a los siguientes relatos, destacados por su originalidad y valor literario:


Trampantojo nº 1: LA MAGA

   La maga realmente había hecho telequinesia, pues había movido algo muy grande, una gran masa de gente hasta ella, sin tocarlos, sólo con su mente. Sin embargo, la gente que había allí se fue indignada, pues no se habían dado cuenta de su poder. Fueron tan ignorantes que ni lo sintieron.
Ana Belén Martín Fernández (1º Bach. D)


Trampantojo nº 3: DESORIENTACIÓN

   De repente me coge. ¡Anda, si es Carolina! ¿Cómo ha podido conmigo? Me está acariciando el pelo. Me gusta... Un momento, ¿y ese sonido? ¡Madre mía, estoy ronroneando! Tengo que decirle que soy Peter, el amigo de Ana.
   - ¡Miau!
   - Pobre gatito. Me recuerdas a un chico que conocí, tenía el cabello de color miel, con un ojo verde y otro azul, como tú. Quizás algún día lo vuelva a ver...
María Teresa Díaz Santamaría (4º ESO A)


Trampantojo nº 4: CABIZBAJO


   ¡Mierda! El responsable está a punto de aparecer y yo todavía sigo aquí, en el frío suelo, asustado junto a mis otros compañeros de trabajo.
   Estamos aterrorizados por la idea de que pueda venir el jefe, Andy, y nos obligue a pelear entre nosotros, o que nos revuelquen por el suelo sin nosotros tener culpa de nada.
   Ahí lo veo otra vez, riendo, saltando, corriendo y gozando con sus amigos, mientras la ley le grita para que cumpla una de las condiciones de las que depende mi futuro. Desde luego, ¡qué difícil es la vida de un juguete estropeado cuando tienes un dueño tan desordenado! ¡Todos somos jueguetes en busca de un destino!
Javier Cabello Serrán (1º Bach. B)


Trampantojo nº 5: LA HERIDA

   El hombre parece decir algo que no entiendo. Seguidamente me mueve, alguien me ha cogido y me ha metido en una especie de mejillón, pero de un material transparente y moldeable.
   El joven ha comprado una cigala que se retorcía en el hielo con una herida que le hizo al ser pescado un cangrejo que anda cerca y muy agitado. Pobre cigala. No sabe que el hombre no la ayudará, sino que la meterá en un guiso hirviendo para que se cocine mientras se retuerce y muere despacio dentro de la olla.
Ana Muñoz Nieto (2º Bach. B)



1 comentario:

José Berni dijo...

Caí por casualidad en el sitio, buscando la buena ortografía de esa palabra desconocida, porque es una ficción fonética; trampantojo.

Son textos maravillosos.