viernes, 23 de junio de 2017

Relatos y poemas ganadores del certamen literario del curso 2016-2017:



                                                                             Nube blanca, 30 marzo de 2017
 Queridos amigos:                              
Me acabo de caer, y me estoy resbalando por una hoja. Como todavía soy pequeña me deslizo muy lentamente.                                                                                  
¡Huy!¡Que se me olvidaba presentarme! Mi nombre es H y mis apellidos Dos O.      
          Estoy aquí, porque mi mamá está enfermando, últimamente estornuda provocando vendavales, le dan tiriteras haciendo que toda la tierra se mueva… y nadie sabe cómo curarla. Por eso he venido a la Tierra, a buscar una solución. ¡Ah! Por cierto mucha gente conoce a mi mamá como Naturaleza.
 ¡Qué alegría, me acabo de juntar con cincuenta de mis hermanas y hemos formado una gran gota de agua! Hemos aterrizado en un manzano, que nos dice al vernos:
-Que ganas tenía de que cayeseis sobre mí, necesitaba de vosotras para poder producir mis frutos, que servirán para dar de comer a muchas personas.
Que útil me sentí en ese momento, a través del manzano  conocí a una familia cuyos valores eran el respeto y la responsabilidad, ya que cuidaban a los árboles con productos muy ecológicos.
Como éramos muchas gotitas, las que sobrábamos nos evaporamos y seguimos nuestro ciclo aunque es aquí donde descubro mi primera pista.
Conforme nos íbamos acercando al cielo, nos íbamos ensuciando de una cosa negra, no estoy segura de qué era, creo que la llaman contaminación. Todas mis hermanas nos volvimos amargas, ácidas y, algo que antes nunca me había pasado, es que mucha gente nos tenía miedo.
Menos mal que mi mamá nos pudo limpiar un poco antes de que volviéramos a caer esta vez en un lugar helado y blanco. Recuerdo que hace muchos ciclos atrás caí aquí, pero lo recordaba diferente, no era tan azul, e incluso hacía más frío.
Et voilà! Con esta última pista puedo llegar a la medicina más efectiva pero con esta idea me tenéis que ayudar, lo único que tenéis que hacer es no ensuciar vuestro hogar. Yo no sé a vosotros pero a mí me enseñaron que “no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia”.
Con esto último me despido y recordad siempre, cuidaros y cuidarnos para así poder curar a mi mamá.
Se despide muy atentamente:
H2O

Primer Verso
Mirada perdida al alba, mi cuerpo te extraña
Calles solitarias alumbradas por farolas
Como mis ruinas, las de dentro, soy Roma
Y suspirar como si así mi pesadilla se esfumara

Y qué decir cuándo no salen las palabras
Con una presión en el pecho que hasta ahoga
Ahora, que yo quiero tener cerca tu aroma
Siento el vacío que yo mismo te provocaba

La lluvia cae, se mojan las ventanas
Cero lamentos, tras la tormenta todo calma
Observo los destrozos cuando el viento amaina
Mis sentimientos rotos, allí, junto a mi alma

El perfume que me diste aún lo conservo
Lo veo y recuerdo esos viejos tiempos
Donde nada era gris, no había ni un lamento
En ese tiempo no era pasto del desprecio

Me asomo, miro al cielo y siéndote sincero
Yo nunca olvido nada y aún menos tu recuerdo.
El problema no eras tú, sino este extraño engendro
Yo nunca fui un galán y aún menos tu Romeo...

-Sergio Gómez Sánchez-



CÓMO SE DIBUJA UN UNIVERSO
UNA  VERSIÓN  DE GLORIA FUERTES
ALEJANDRO VIGO 1D

Un universo que tenga de todo
se dibuja de este modo:
unas estrellas,
un cometa,
arriba el sol,
abajo un agujero negro,
una nave espacial,
un meteoro,
unas lunas,
un planeta,
la Tierra y un ovni.
Un eclipse como un globo.
Ahora pon tú los colores:
La supernova brillante,
el rayo amarillo,
rojo el horizonte,
el lucero blanco,
la nube azul,
porque es espejo del cielo como tú.
La Vía Láctea de color de la Vía Láctea,
De color amarillo el sol
La gravedad…
Como tú quieras la gravedad
De tu caja de pinturas
¡Usa todos los colores!


Prejuicios  (que dejan marca.)

No soy de los que juzgan a un libro por su  portada,         
Pero soy un libro con portada que se cree todos los juicios.
Estaba cansado de aguantar,             

Pues solo les pedí paz                                                                                                                      
Y me declararon la guerra,                                                                                                                                                             Ardió Troya, difícil de controlar.

No sé que les importará,                                                                                                                                                                           Pues me ganaron la batalla.                                                                                                              Con todo lo que me importaba.
Yo era feliz siendo yo,                                                                                                                   

Se ve que algunos no lo veían bien.                                                                                                                                                   

 Es como dice Alejandro Palomas:
  El gran temor de los suicidas                                                                                                              Es que la muerte                                                                                                                                                                                                          Esconda una vida.
   Curioso que la posibilidad                                                                                                                                                                 De una vida                                                                                                                                 
  Evite tantas muertes.                                                                                                                                   
   Curioso que la posibilidad                                                                                                                           
 De una muerte                                                                                                                           
  Alivie tantas vidas.
Lo siento, pero no me quedan más espadas para esta batalla,                                                                                   
  Ni más lágrimas para esta fachada.                                                                                                                      
No me queda nada para mi historia, la bonita historia que comenzó en verso,  y por esta vida misma acaba en prosa.

Todo era verdad, todos lo éramos.     

Sergio Peláez Peláez,4ºA   



 UNA RARITA·
Celia González López 1º D

Siempre he sido una chica distinta a las demás. No me gusta maquillarme, no me gusta pintarme las uñas, no me gusta leer novelas de amor como a la gran mayoría. Todo esto me pasa desde pequeña. Mientras todas estaban divirtiéndose con sus muñecas, jugando a los papás y a las mamás o haciendo cualquier cosa, yo estaba sentada en mi mesa dibujando, creando historias de dragones y piratas que no llegaban a su fin. Nunca me fue un problema pero eso cambió cuando llegué al instituto.
Al llegar allí yo era la rara, la que se sentaba sola en el recreo, la que no hablaba con nadie…
No me llegaba a importar demasiado, me reunía con aquellas personas que tenían los gustos igual a mí y la verdad es que me sentía bien.
Todo empezó cuando unas chicas se trasladaron a mi clase. Antes de que ocurriera esto supongo que no tenían ni la más remota idea de que yo existía, pero se dieron cuenta pronto.
Recuerdo que era un miércoles, a tercera hora. El profesor no había venido por lo que un maestro de guardia estaba a nuestro cargo y nos dejó hacer lo que quisiésemos.
Todos estaban hablando o jugando a cualquier tontería. Yo estaba sentada en mi mesa dibujando como suelo hacer. Entonces una de las chicas se acercó a mí.
-¿Qué dibujas?
-Paisajes. A veces son coloridos, otras veces son oscuros… Depende de cómo me sienta.
-Interesante, ¿no dibujas otras cosas? Quiero decir, ¿dibujas algo más o solo paisajes?
-También dibujo monumentos, personas e incluso a veces dibujo personajes inventados pero, normalmente, dibujo paisajes.
La chica se alejó, parecía una persona simpática. No reaccioné de ninguna manera al ver que ella se acercó a mí, de todas maneras creo que solo pretendía ser amable ya que no parecía ser alguien como yo, es decir alguien distinta a las demás.
Al día siguiente se acercó a mí de nuevo. Pero esta vez era totalmente distinta, esta vez era desagradable. Aprovechó que el profesor había salido de clase para llevar a una alumna al despacho del director para ponerme en vergüenza delante de toda la clase. Y entonces fue cuando dio dos palmadas y dijo:
-¡Atención todos! Bueno no sé si sois conscientes de que en esta clase hay una chica que se dedica a estar sola, a dibujar estupideces y a no hablar con absolutamente nadie. ¿No creéis que es un poco rarita? –Ahí comenzó todo. De rarita a amargada, de amargada a palabras mucho más fuertes… Mi vida se estaba convirtiendo en un desastre.
Me amenazaron, me empujaron, me pegaron, me hicieron de todo hasta que cambié.
Llegué a la conclusión de que si quería que me dejasen en paz, tenía que cambiar de personalidad, tenía que dejar de ser yo. Y eso hice. Pasé de ir siempre en tenis, sudaderas y pantalones de chándal a ir con camisas y faldas rosas, blancas, violetas… Pasé de no hablarme con casi nadie a hablarme con todas las chicas. Dejé de leer, dejé de dibujar, dejé de hacer lo que me gusta. Me di cuenta de que así encajaba pero, también me di cuenta de que no estaba a gusto. Me sentía mal, me sentía triste.
-¿Por qué? ¿Por qué dejaste de ser tú? ¿Por qué dejaste de leer, de dibujar, de hacer lo que te gusta? Al cambiar me decepcionaste. ¿Nunca pensaste que ser tal y como eras era lo mejor? ¿Nunca lo pensaste? –Era Alejandra, una chica como yo, una chica rara o eso pensaba- Sé lo que piensas, yo también pasé por eso. Piensas que eres rara. Pues que sepas que no. No te sientas rara, siéntete diferente y afortunada. Afortunada de tener una personalidad distinta a la típica personalidad del típico prototipo de chica, afortunada de ser tú.
Entonces me di cuenta. Para encajar no debía cambiar mi forma de ser, no debía dejar de hacer lo que me gusta, solo debía ser yo y sinceramente, es lo que realmente me importa.


   

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