viernes, 16 de diciembre de 2011

Soluciones presentadas al Trampantojo Nº 1

Ana Isabel Sánchez Muñoz 3º ESO B
   Toda la gente de la plaza la miraba, pero justo antes de la ilusionista saliese de la plaza, se dio la vuelta y alzó otra vez los brazos y cuando los levantó, justo en ese momento, con los rayos del sol reflejando en los ventanales del edificio, una fuerte luz hizo que nadie viese nada  y cuando desapareció esa luz, los camiones habían desaparecido.

Guillermo Iglesias Gamaza 3ºESO B
   Todos los rumores que se oían eran mentira, esa “maga” no tenía el don de mover cosas con la mente, solo eran eso, rumores que se extendieron y exageraron hasta tal punto que la gente creía que esa mujer podía mover cosas con la mente.

Ana Belén Martín Fernández 1º Bachillerato D
   La maga realmente había hecho telequinesia pues había movido algo muy grande, una gran masa de gente hasta ella, sin tocarlos, solo con su mente. Sin embargo la gente que había allí se fue indignada pues no se habían dado cuenta de su poder pues ellos fueron tan ignorantes que ni lo sintieron.

Luis R. Cabello  Iranzo, 1º Bachillerato D
   En ese momento se oyó una explosión procedente del rascacielos, el enorme edificio caía sobre las personas, eso provocaría muchas muertes, la gente corría asustada, pero de repente, el edificio se paró en el aire y se fue volando a las afueras de la ciudad, la gente supo que había sido ella.

Juan Antonio García Sánchez 1º Bachillerato D
   Tras aquel acto, pensando en sabe Dios qué, la gente encolerizada seguía atacando a la maga hasta que se dieron cuenta de algo: Sí había funcionado algo… Se encontraban en una isla flotante constituida por la ciudad entera, donde los ríos caían como bellas cascadas al abismo. Sonrió la maga con una calma de superioridad en sí.

Cristina Díaz García 3ºESO A
   Al desaparecer la maga, la gente empezó a gritar y a tirar cosas, hasta que una niña señaló al cielo y la gente quedó asombrada: ¡Los camiones volaban! Solo fue la niña la que se dio cuenta de que era la maga la que conducía los camiones.

Adrián Burgos Molina 3º ESO B
   La maga muy triste por lo que había sucedido decidió irse a descansar. Cuando llegó a su “vestuario” de repente se acordó de las palabras de su padre “no te rindas nunca”. Así  que ella, sin pensárselo dos veces, reunió al público para que le dieran otra oportunidad para hacer su espectáculo bien. Todos se quedaron asombrados y empezaron a aplaudir.

Francisco J. Díaz Bueno 3º ESO B
   La multitud estaba harta de esperar y la maga se dispuso a empezar. El silencio se hizo sepulcral y comenzó. Se remangó y levantó los brazos suavemente. Los camiones estaban subiendo  poco a poco y cuando estaban a 8 metros los dejó caer al público. Cuando iban a tocar las cabezas de los espectadores, los camiones desaparecieron y la maga también.

Andrea Marina Ortega Ariza 3º ESO B
   La gente indignada por no haber sucedido nada se quejaba y le gritaba a la maga. Ella fue andando hacia uno de los camiones, a ver si allí se podía concentrar, para poder hacer magia y no defraudar a los espectadores de la plaza, salió a hacer supuestamente magia, pero era un hombre el que movía los objetos para que pareciera maga y ganar dinero.

Jonatan Quintero Pérez 1º Bachillerato D
   La maga indignada por su fallo de concentración, por los nervios de estar rodeada de gente, decidida a demostrar sus poderes telequinéticos salió de la ciudad hacia una pradera. La maga comenzó a concentrarse y la ciudad en la que fue abucheada empezó a flotar sobre el suelo, la gente pensó que sería obra de la maga.

José Antonio Díaz Recio, 1º Bachillerato D
   La gente pensaba que aquello sólo les había supuesto una pérdida de tiempo y se fueron dirigiendo hacia sus casas, los que vinieron de lejos, muy disgustados, también regresaron a sus hogares. Cada persona allí presente, al volver a sus respectivas casas, comprobó que no les había quedado nada, ni muebles, ni aparatos, nada. Verdadera telequinesis.

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