¡¡¡BuaaaAAAAAAAAAAAAA!!!...
Rápidamente, aparté la manta que me cobijaba, di un salto y me puse a la altura de su cunita.
Rápidamente, aparté la manta que me cobijaba, di un salto y me puse a la altura de su cunita.
-¿Qué le pasa a mi niño?
Lo cogí y, con los ojos vidriosos, me dirigí maquinalmente hacia la mecedora, consciente de que aquella iba a ser (y sumaban ya doscientas) una noche muyyyyyy larga.
[palabras clave: niño, mala noche, llanto]
[Guimo Zadez]
[palabras clave: niño, mala noche, llanto]
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