Siempre quise cenar con John Collier para preguntarle: "¿Cuál es tu secreto?, ¿cómo lo haces?".
Mi gran oportunidad llegó cuando me invitaron a una cena de Navidad, en lo alto de las colinas de Hollywood.
Normalmente habría rechazado la invitación, porque era de una señora que apenas conocía y me rodearía de extraños.
- Tiene que venir -dijo-. Estarán el señor y la señora Collier.
- ¡Sí! -grité.
Fui, y la cena fue estupenda y me senté frente a Collier y su mujer: las preguntas temblaban en mis labios.
Pero la señora Collier charló durante los cócteles, recordó viajes con la ensalada, continuó cuando comíamos el plato principal y todavía no había acabado cuando llegaron los postres, a los que siguieron recitados adicionales casi hasta medianoche.
Finalmente, cerca de las doce, los Collier estaban preparados para marcharse.
Todavía sermoneando a todos y cada uno de nosotros, la señora Collier llevó a John hasta la puerta principal, donde él se dio la vuelta, sonrió y abrió la boca para hablar.
Por fin, pensé. Ahora.
- Feliz Navidad -dijo John Collier, y salió.
John Collier |
Ray Bradbury |
1 comentario:
Alfred Hitchcock presenta... aunque mi favorita siempre fue la de "Cordero para cenar", una historia de Roald Dahl.
Publicar un comentario